Wednesday, January 14, 2015

Opción educativa: que cada uno elija su camino


Nadie puede enseñar a otro, aunque si puede estimularlo para que aprenda por él mismo.

1.- Libre albedrío o habilidad humana. Cada persona tiene libre albedrío y su destino depende de cómo lo use.
A pesar de las influencias, la voluntad no está determinada por las presiones del entorno. El sujeto puede elegir entre decidir su destino o dejarse influir y arrastrar.
Sólo hace falta que el individuo crea que puede.

2.- Elección incondicional. ¿Qué hizo posible que las personas que se han destacado por sus méritos lo pudieran hacer? Esta pregunta ha sido formulada en todas las épocas, y la respuesta que quedó como más convincente es que nacieron así, predestinados. No lo creo. Cada uno afronta ciertas y particulares condiciones negativas, pero también se despliegan a sus pies infinidad de oportunidades positivas. El secreto está en sus elecciones.
3.- La realización es posible sólo si el sujeto individual se lo propone.
Todos y cada uno tiene en sí las posibilidades, sin embargo no  hay en ninguno la garantía de lograr lo que se propuso.
A pesar de tener en nosotros el potencial sólo quiénes lo eligen consiguen desarrollarlo.

4.- El talento, el potencial con que nacimos, puede ser resistido eficazmente.
Es algo que podría definirse como nuestro Espíritu, parte del Espíritu Universal, El Espíritu individual a veces responde al llamado general de manera especial. Nuestro espíritu hace todo lo que puede por atraer nuestra voluntad y disposición, sin embargo el llamado de nuestro espíritu puede ser resistido, ya que somos libres.
Lo único que podemos hacer es sugerir al educando a dejarse llevar por la propia intuición.

5.- Los que eligen dejarse llevar con entusiasmo por la propia pasión pueden fracasar si no perseveran.
No es bastante con hacer la elección; es necesario perseverar en ella.

Friday, January 9, 2015

Punto de vista de Einstein sobre Educación

La enseñanza ha sido siempre el medio más importante de transmitir el tesoro de la tradición de una generación a la siguiente.  Esto sucede hoy aún en mayor grado que en tiempos anteriores, pues debido al desarrollo moderno de la vida económica se ha debilitado la familia en cuanto portadora de la tradición y de la educación.  La continuidad y la salud de la humanidad dependen, en consecuencia, en grado aún mayor que antes, de las instituciones de enseñanza.
Las instituciones de enseñanza han de asumir cuál es la dimensión de su responsabilidad respecto a la sociedad y a la Humanidad.

Los Illuminati impusieron como función de la escuela la de transmitir el máximo de conocimientos a la generación en desarrollo, pero esto no es correcto.  El objetivo ha de ser, por el contrario, formar individuos que actúen y piensen con independencia y que consideren, sin embargo, su interés vital más importante el servir a la humanidad.

El poder del maestro debe basarse lo menos posible en las medidas coercitivas, de modo que la única fuente del respeto del alumno hacia el profesor sean las cualidades humanas e intelectuales de este.

La motivación más importante del trabajo, en la escuela y en la vida, es el placer que proporciona el trabajo mismo, el placer que proporcionan sus resultados y la certeza del valor que tienen estos resultados para la comunidad.  Para mí, la tarea más importante de la enseñanza, es despertar y fortalecer estas fuerzas psicológicas en el joven.  Este cimiento psicológico genera por sí solo un deseo gozoso de lograr la posesión más valiosa que pueda alcanzar un ser humano: conocimiento y destreza artística.

Una escuela así exige que el maestro sea una especie de artista en su campo.  ¿Qué puede hacerse para que impere este espíritu en la escuela?  
- En primer lugar, hay que formar a los propios profesores en escuelas así.  
- En segundo, debe haber amplia libertad para que el alumno pueda seleccionar el material de enseñanza en respuesta a sus intereses innatos, para que el alumno disfrute del placer de la organización del propio trabajo, y evitar que se vea asfixiado por la fuerza y presión exteriores.

Pero nada he dicho aún sobre la elección de las disciplinas a enseñar, ni sobre el método de enseñanza.  ¿Debe predominar el idioma o la formación técnica en la ciencia?  Todo esto es de una importancia secundaria.  La escuela debe siempre plantearse como objetivo el que el joven salga de ella con una personalidad armónica, y no como un especialista.  Lo primero debería ser, siempre, desarrollar la capacidad general para el pensamiento y el juicio independientes y no la adquisición de conocimientos especializados.  Si un individuo domina los fundamentos de su disciplina y ha aprendido a pensar y a trabajar con independencia, hallará sin duda su vía y además será mucho más hábil para adaptarse al progreso y a los cambios, que el individuo cuya formación consista básicamente en la adquisición de unos conocimientos detallados.