La Educación es inseparable de las intenciones políticas, y ésta es inseparable de las pautas culturales.
Entonces, antes de hablar de Educación no se puede dar por sobreentendido lo que creemos que somos, y hacia dónde vamos.
Luego, cada bandera política alienta sus propias intenciones, y eso también requiere ser debatido.
Pero antes de todas esas cuestiones vamos a trazar la Plataforma conceptual.
Se ha de definir si el tiempo es Circular, como lo plantearon los Lemurianos, o es Lineal, como lo plantea la cultura occidental del presente.
En este extenso territorio de las Américas confluyen dos razas y dos tipos de pensamiento. El original indoamericano es lemuriano, por lo tanto, circular. El consecuente de la invasión europea y de Medio Oriente es lineal.
El tiempo circular no concibe un comienzo ni un final, por lo tanto no hay una carrera competitiva.
Será diferente si se parte de la creencia de un Dios Creador, o de la creencia en los Poderes de la Naturaleza y en la necesidad de observar sus leyes.
El Dios Creador es elitista; sólo algunos tienen prioridades especiales y los demás son esclavos o, a lo sumo, siervos.
En cambio la naturaleza es abarcativa; todos los seres son sus hijos y cada uno es una creación especial. La vida es un proceso de autosuperación que no termina con la muerte; hay reencarnación, en el afán de integración con el Mundo Espiritual Superior.
Entonces, la carrera educativa en un caso va por lo lineal; por la integración, y el éxito social. Y en otro caso va por la integración con la Naturaleza.
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