Muchas personas tienen mucha dificultad en poder
relacionarse con estos emisarios porque se acercan a estos niños con creencias
y normas preconcebidas que los niños no comparten.
Los índigos son todo lo que
necesitan ser, son ellos mismos, y hay que dejarlos en su propia autonomía para
que puedan ser exactamente lo que son.
Los Índigos exigen mucha atención y sienten que la vida es demasiado
valiosa como para dejarla pasar. Quieren que las cosas sucedan y con frecuencia
hasta pueden forzar una situación a fin de obtener lo deseado, llegando a
irritarse emocionalmente con quienes no entienden el fenómeno Índigo.
No conciben la idea del por qué las personas operan en
modalidades no basadas en el amor; pero aún contra esta situación no índiga son extremadamente resistentes y hábiles para
ayudar a niños necesitados, aunque su ayuda a menudo sea rechazada.
Suelen tener problemas de adaptación con
otras personas, ya que sus principios y objetivos son diametralmente diferente; es como si hablaran otro idioma.
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