Wednesday, May 28, 2014

Negarse a obedecer

Me intereso y ocupo del problema educativo desde 1.960. Durante 50 años estudié sobre su deficiente aprovechamiento. 
Trabajé arduamente considerando que el problema radicaba en los programas educativos; los alumnos no se interesarían porque los contenidos no eran motivadores, ni en su contenido, ni en su presentación pedagógica, ni en la metodología u organización de la actividad escolar.
Los Programas Educativos tienen fallas muy gruesas en contenidos, pero sobre todo en intencionalidad. La intencionalidad subyacente es política, pero no política partidista ni siquiera política nacional, aunque de hecho las abarca.
El "hombre" como especie se automodeló mediante el aprendizaje.
El humano se hace a sí mismo humano a través de la educación.
Este propósito milenario se ha estado desdibujando en el presente. La educación actual es coercitiva; refrena; reprime.
Y las nuevas generaciones -que nacen con una lucidez especial y diferente- lo notan, aún inconcientemente.
La escuela se está enfrentando ahora con una nueva dificultad: la resistencia a prestar atención, y se lo atribuye a los variapintos aparatitos electrónicos.
Sucede que los jóvenes no están prestando atención a la autoridad. Existe una corriente -New Age- que considera a estos niños como un paso más adelante de la evolución.
Durante 5.000 años de Historia las masas se vieron sujetas al poder, a la voz de mando, al dominio, al imperio, a la orden del padre, a la jerarquía, a la prepotencia, a la fuerza de los que se atribuyen prerrogativas y privilegios.
¿Qué sucedería con el 'orden mundial' si de pronto las nuevas generaciones se resisten a obedecer?

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